Ramal de la Cañada: el primer tranvía de Santiago

El 10 de junio es una fecha histórica para los tranvías en la capital. En aquella fecha de 1858 comenzaron a circular los carros de tracción animal (también denominados como «carros de sangre»), convirtiéndose en la primera ciudad en Sudamérica en poseer dicho servicio.(1)

La historia se remonta al 10 de julio de 1857, cuando la empresa del Ferrocarril del Sur (que en ese entonces construía la vía férrea de Santiago hacia Rancagua, San Fernando y Talca) solicitó a la Municipalidad el permiso para tender un ramal tirado por caballos en la Alameda. Esta concesión le fue otorgada el 23 de octubre del mismo año.(2)

Antecedentes sobre autorización para construcción del «ramal de la Cañada» (Fuente: «2o memorandum presentado por la Compañia de los Ferrocarriles Salitreros», 1883)

La construcción de la línea estuvo a cargo de los ingenieros Walton Evans y Charles Fletcher Hillman, y tuvo un costo de 96.000 pesos de la época.(3) Para su construcción se importaron durmientes de secuoyas de California que cubrieron los 2,5 km de longitud total de las vías.(1)

Carro del «ramal de la Cañada» en el costado oriente de la Estación Central de ferrocarriles. (Fuente: «Santiago de siglo en siglo», Carlos Peña Otaegui, 1944)

El «ramal de la Cañada», denominado así debido al nombre que recibía la Alameda en aquel entonces, inició sus servicios el 10 de junio de 1858 con una flota de 10 carros: 5 de primera clase y 5 de segunda, fabricados por Eaton, Gilbert & Co. en Troy, Nueva York. La vía poseía una trocha de 1676 mm.(1)(4)

Fachada de la Estación Central de Ferrocarriles hacia 1865. En la parte inferior se observan los rieles del «ramal de la Cañada» enfilando hacia la Alameda.
Vista desde la Estación Central hacia el nororiente. En el extremo inferior se observa uno de los carros del «ramal de la Cañada» en dirección a la Alameda. (Fuente: «Andenken an Chile», Eugene Manoury, 1863.)

La primera línea de tranvías de Santiago partía desde el costado oriente de la Estación Central, presentando una vía por el costado norte y otra por el costado sur de la Alameda hasta la antigua calle de Padura (actual Almirante Latorre), en donde ambas seguían paralelas por la calzada sur de la avenida. Seguían su recorrido hasta la antigua iglesia de San Diego, en la esquina de la Alameda con Arturo Prat, donde existía una pequeña estación que servía como terminal de los carros de sangre.(5)

Detalle del «Plano – croquis de la ciudad de Santiago de Chile, año 1863» de A. Thomas Fábregas, en donde se observa el trazado del «ramal de la Cañada» destacado en rojo. (Fuente: Mapoteca, Biblioteca Nacional de Chile)
Iglesia de San Diego hacia 1860. En el extremo inferior derecho se observa la construcción que servía como terminal de los carros de sangre (Fuente: Archivo Museo Histórico Nacional)

Dado el éxito que tuvo la línea de tranvías desde su inicio, al poco tiempo de su inauguración fueron construidos otros 5 carros, y en 1859 se sumarían 5 más, alcanzando una flota de 20 tranvías para 1860.(1) Hacia 1863 su administrador era Joaquín Oyarzún, y en la misma década se proyectaba extender la línea hasta el antiguo Hospital San Juan de Dios (cerca de la iglesia de San Francisco).(6) Finalmente la primera extensión construida se realizaría en 1872, cuando el tranvía comienza a circular por calle Estado hasta el Mercado Central y retorna a la Alameda por Ahumada.(1)

Referencias
(1) Morrison, Allen. «Los Tranvías de Chile 1858-1978». 2008.
(2) «2o memorándum presentado por la Compañía de los Ferrocarriles Salitreros». 1883.
(3) Congreso Nacional. «Documentos parlamentarios: 1857-1858». 1859.
(4) Gay, Claudio. «Historia física y política de Chile: Agricultura» (tomo 2). 1865.
(5) Alliende Edwards, María Piedad. «La Construcción de los Ferrocarriles en Chile 1850-1913». 1993.
(6) «Anuario estadístico de Chile», Volumen 6. 1863.

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